Mantener una conversación puede parecer a simple vista algo muy fácil de hacer, finalmente los humanos tenemos la posibilidad de hablar y comunicarnos verbalmente. Sin embargo, conversar y llegar a un nivel de intercambio de ideas interesantes para los interlocutores no siempre es sencillo de conseguir, y para que esto ocurra deben reunirse ciertas condiciones.
Débora De Sá
Instrucciones
Una vez que hemos decidido iniciar una conversación
con alguien, resulta importante tener en mente algunas recomendaciones
para poder continuarla y mantenerla de forma efectiva, evitando así los
incómodos silencios o la falta de un tema interesante para hablar.
Un principio fundamental para mantener una conversación es interesarte en lo que el otro dice y usarlo para formular nuevos temas.
Por ejemplo si alguien te dice que recientemente estuvo de viaje en China, una buena forma de conversar al respecto es preguntarle qué tal la experiencia, preguntar acerca de la gastronomía del país y contarle también cómo te imaginas esa nación o su cultura. Así ambos podrán desarrollar y mantener una conversación amena y provechosa.
Por ejemplo si alguien te dice que recientemente estuvo de viaje en China, una buena forma de conversar al respecto es preguntarle qué tal la experiencia, preguntar acerca de la gastronomía del país y contarle también cómo te imaginas esa nación o su cultura. Así ambos podrán desarrollar y mantener una conversación amena y provechosa.
Aprender a escuchar es fundamental para mantener una
conversación. Por eso no debes interrumpir a cada momento a tu
interlocutor, lo ideal es esperar a que termine su idea para tú hacer un
comentario o iniciar un nuevo planteamiento.
También es importante que tú mismo aportes información
si deseas mantener una conversación, pues por más que el otro te
muestre su interés y te haga preguntas, si tú mismo no estás dispuesto a
responder y cuestionar será muy difícil conversar.
Recuerda que las conversaciones siempre son entre dos o más personas, por lo que tu participación e implicación es muy importante.
Recuerda que las conversaciones siempre son entre dos o más personas, por lo que tu participación e implicación es muy importante.
Un aspecto fundamental para aprender a mantener una conversación y
conseguir que la misma sea interesante, es aprender a desarrollar
nuestras ideas, opiniones o pensamientos.
No hay peor enemigo de una conversación que las respuestas cerradas y breves: "sí", "no", "no sé". Como personas adultas debemos aprender a desarrollar nuestros planteamientos, pues solo así conseguiremos comunicarnos de forma efectiva con los demás y convertirnos en buenos interlocutores.
Si opinas algo explícalo, y permite también a tu interlocutor opinar acerca del tema para crear un debate provechoso.
No hay peor enemigo de una conversación que las respuestas cerradas y breves: "sí", "no", "no sé". Como personas adultas debemos aprender a desarrollar nuestros planteamientos, pues solo así conseguiremos comunicarnos de forma efectiva con los demás y convertirnos en buenos interlocutores.
Si opinas algo explícalo, y permite también a tu interlocutor opinar acerca del tema para crear un debate provechoso.
Recuerda que una conversación no es para imponer un punto de vista o
demostrar que tienes la razón, más bien se trata de una práctica que
permite expresarnos y conocer la forma de ver el mundo del otro, por eso
lo mejor es intercambiar ideas, expresar las propias, pero evitar
imponerlas. De este modo mantener una conversación contigo siempre será estimulante e interesante para el otro.
¿Y qué pasa cuando un tema se ha agotado? ¡Pues nada!, simplemente
cambia a otro tópico que te parezca interesante o que desees compartir y
ya. Aunque en un principio puede parecernos difícil mantener una
conversación con alguien, especialmente si no lo conocemos bien, este
hábito es más natural de lo que piensas y llegará un momento que
consigas dominarlo de forma satisfactoria.
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