Un trabajo coordinado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid
(UCM) ha descrito el elemento que explica cómo los cannabinoides
detienen la proliferación de ciertas células malignas en el cáncer de
mama. El hallazgo supone un paso más hacia el uso de estas sustancias
como posible terapia antitumoral.
Imagen: Cannabis Planet
El grupo de
investigación de la Complutense, uno de los mayores especialistas en la
materia a nivel mundial, ya había demostrado con anterioridad que la
administración de cannabinoides es capaz de detener el avance de las
células tumorales en algunos tipos de cáncer como el cerebral o el de
mama, actuando además selectivamente sobre las células malignas, sin
dañar a las sanas. Ahora, además, ha encontrado el mecanismo que pone en
marcha este proceso, un descubrimiento que supone un avance importante
en este campo y que puede permitir en un futuro abordar más fácilmente
cuestiones como qué pacientes son más susceptibles de responder al
tratamiento, qué cannabinoides son los más eficaces o qué otras
terapias, que actúen sobre resortes diferentes, pueden combinarse con
ésta para conseguir una mayor eficacia.
Según ha demostrado este trabajo, la proteína JunD es
la responsable de la sucesión de respuestas biológicas que culminan en
la inhibición de las células tumorales. Se trata de una molécula que
actúa como factor de transcripción, es decir, sirve como ‘interruptor’
biológico que regula la expresión de otros genes y que, en este caso, se
activa ante la administración de cannabinoides. La proteína JunD es uno
de los factores de transcripción menos conocidos y, paradójicamente,
pertenece a una familia, la AP-1, que se suele relacionar con los
procesos de proliferación celular malignos. Sin embargo, parece que esta
proteína en concreto cumple con su función actuando justo en sentido
contrario.
Más cantidad en el sitio adecuado
Cristina Sánchez, investigadora de la UCM del
programa Ramón y Cajal y directora del proyecto, describe el mecanismo
de acción de la proteína JunD como de “aumento de transcripción génica y
relocalización celular” o, dicho de otro modo: la administración de
cannabinoides provoca “una mayor cantidad de este factor de transcripción” que además se traslada “a la parte de la célula donde tiene que realizar su función, el núcleo”.
Una vez todas estas copias de JunD se encuentran en el núcleo celular,
activan baterías de hasta cientos de genes que producen finalmente la
muerte de las células tumorales.
Existe un amplio espectro de sustancias consideradas
como cannabinoides, todas ellas caracterizadas por presentar una
estructura molecular parecida. Estas sustancias químicas se pueden
obtener tanto de la planta de cannabis, como de compuestos sintetizados
por personas y animales (endocannabinoides) o de compuestos sintetizados
en laboratorio. Para este trabajo, el equipo científico ha utilizado el
delta 9 tetrahidrocannabinol (THC), uno de los 60 compuestos
cannabinoides sintetizados por la planta de marihuana (Cannabis sativa) que se caracteriza por ser el más potente a nivel psicotrópico y también el más abundante.
El grupo de investigación de la Universidad
Complutense de Madrid lleva más de diez años trabajando en el papel de
los cannabinoides como inhibidores de la proliferación tumoral. Hasta la
fecha los experimentos se han limitado a cultivos de células in vitro
y modelos animales. La siguiente fase, el ensayo clínico en humanos,
será el paso previo necesario al desarrollo de un fármaco antitumoral
basado en cannabinoides. Un experimento que, en principio, no parece
fácil de realizar.
La investigadora Cristina Sánchez lo explica así: “Hasta
la fecha se ha hecho un único ensayo clínico en todo el mundo
relacionado con cáncer y cannabinoides, en el Hospital Universitario de
La Laguna, en Tenerife, y con el asesoramiento de nuestro grupo. Nos
costó mucho tiempo y esfuerzo sacarlo adelante, y finalmente se pudo
realizar. Los resultados fueron prometedores, pero es cierto que, por el
hecho de estar trabajando con una sustancia etiquetada como ‘droga de
abuso’ tenemos bastantes más problemas que otros grupos para estudiar
potenciales antitumorales”. Y añade: “Si no podemos hacerlo en España, haremos estos ensayos clínicos en el extranjero, porque fuera sí hay gente interesada”.
Respecto a la cuestión de cuándo se podrá contar con
fármacos antitumorales elaborados a partir de cannabinoides, la
respuesta no es sencilla. A juicio de la doctora Sánchez, es posible que
“de aquí a diez años se haya finalizado algún ensayo clínico y sea
posible sacarlo adelante”. La labor investigadora, entretanto,
continuará en busca de las claves últimas de la lucha contra esta
enfermedad.
El trabajo, publicado recientemente en Oncogene,
revista de referencia en el área de la oncología molecular, ha sido
realizado por investigadores de la UCM en colaboración con científicos
del Instituto de de Investigaciones Biomédicas de Madrid, el Hospital
Universitario Virgen del Rocío de Sevilla y el Instituto Curie de París.
Fuente: » Cristina Sánchez García
Departamento de Bioquímica y Biología Molecular I
Facultad de Ciencias Químicas
Universidad Complutense de Madrid
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/otri/cult_cient/infocientifica/noti_sept_08_04.htm
Autor:
» Unidad de Información Científica y Divulgación de la Investigación
Referencia bibliográfica:
» M. M. Caffarel; G. Moreno Bueno; C. Cerutti; J. Palacios; M. Guzmán, F. Mechta Grigoriou; C. Sánchez, “JunD is involved in the antiproliferative effect of 9-tetrahydrocannabinol on human breast cancer cells”, Oncogene, 27, 5033–5044, 2008.
http://vimeo.com/83094404
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2014/03/23/investigacion-de-la-ucm-sobre-el-tratamiento-del-cancer-con-cannabinoides/
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